Cartel de acceso – Fuente: zascandileando.com

Voy siguiendo con interés  la noticia del descubrimiento de un magnifico mosaico romano en uno de los muchos pueblos perdidos del despoblado interior peninsular. Mientras, veo el video donde, con paciencia y ‘despacito’, uno de los arqueólogos responsables de la excavación va regando y limpiando con delicadeza el mosaico. Veo y atiendo a sus explicaciones; el ‘agua desionizada’ realiza su trabajo, liberando de la veladura del tiempo los colores vivos de las escenas representadas.

Pienso en los términos que se van añadiendo al simple hallazgo arqueológico a golpe de noticia en los períodicos. Dándole  un sentido que ya podemos vislumbrar en el horizonte: la villa más lujosa de Hispania Romana, gigantesco fundus , hombre multimillonario de época romana que vivía en Cuenca (pero ¿existía “Cuenca” en ese momento?), un sálon de 291 metros cuadrados, mármoles procedentes de 30 sitios distintos del imperio, grandes terrazas y piscinas no conocidas en el antiguo Imperio Romano y los muchos millones de euros que el antiguo dueño de la finca reclama a la Administración. Intentando cobrar un anticipo a cuenta de los beneficios económicos venideros. Valorando en dinero lo que tiene un valor difícil de calcular.

Sigo las noticias publicadas y voy haciéndome a la idea de que el descubrimiento no es nuevo, pues los restos ya eran conocidos por la gente del lugar, los dueños de la finca y algún contrastado experto en arqueología desde hacía 20 años. Y como los intereses económicos y políticos lo han mantenido olvidado. Y dicho de paso conservado.

Detalle de restos conservados – Fuente: entarancon.es

Leo con curiosidad en una de las noticias como el alcalde del pequeño municipio donde se encuentra –a tan solo 15 kilómetros de la turística Cuenca-  ve con esperanza el descubrimiento (‘somos la España vaciada… comenta – o ¿vacía?, digo yo’), que puede suponer una inyección de vida en una zona deprimida a nivel de población y actividad económica. Y me viene al pensamiento el libro de Sergio del Molino La España vacía. Viaje por un país que nunca fue cuando, tomando como referencia una serie de artículos aparecidos en el diario El País escritos por Julio Llamazares (“Japoneses en Criptana”, El Pais, 07/08/2015), en relación a la construcción del paisaje y el mito en El Quijote dice: ‘(….) El mito de Maritornes ha expirado, pero se constata otro, el que tiene que ver con el maná del turismo que nunca llegó (….) Algunos japoneses llegan en autobús a los molinos del Campo de Criptana, hacen una fotos y vuelven a Madrid antes de que se haga de noche, pero la mayoría no pasa de Toledo‘. Esperemos que el turista pase de Cuenca capital.

Esta situación se repite en otros muchos lugares de todo el mundo. Cada uno con su producto que ofrecer al turismo por venir. Me produce una sensación agridulce. Por un lado, yo seré de los primeros en visitar el fundus –y de paso darle una vuelta a la cercana Cuenca disfrutando todo lo que ofrece-. Por otro, me asaltan las dudas de si verdaderamente el ‘patrimonio que se ha creado’ –y que permaneció 17 siglos escondido- solucionará el problema que para todos es evidente en muchos sitios de España y Europa. Lo cual me produce cierta desazón. Y si todos los valores añadidos citados aportan algo positivo al hecho del descubrimiento y su interpretación. Una vez más, la arqueología se sitúa en el ojo del huracán.

Y aunque el ejemplo no sea comparable, releo el artículo aparecido en El País sobre el parque temático en el que se ha convertido Venecia, esclava de su patrimonio cultural. Y pienso como la sobrexplotación turística asociada a los recursos patrimoniales históricos reproduce un determinado tipo de organización socio-económica y refleja la crisis en la que se encuentra… el nivel y la mira.

Para saber más:

¿Cuándo se podrá visitar la Pompeya conquense?

La impresionante hacienda romana que ocultaba un pueblo de Cuenca. Castilla-La Mancha abrirá al público la villa de un aristócrata inmensamente rico que incluye el mayor mosaico figurativo del mundo y una colección de 500 piezas de mármol

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El exdueño de la villa de Noheda reclama 49 millones ante el Supremo. El Tribunal Superior de Castilla-La Mancha respaldó en 2018 la expropiación del suelo rústico por 7.500 euros, pero dejó en el aire la valoración del yacimiento romano

Al poco de publicar esta entrada, el 20 de julio el yacimiento quedó abierto al público general e incorporado a la Red de Parques Arqueológicos de Castilla-La Mancha. Más información en villardedomingogarcia.org.el nivel y la mira.